Cansado de vagar por la vida con mis pensamientos entreverados por tanta adrenalina, cambio de lado, y me pongo en la vereda del frente para observar lo que está sucediendo.
Llegué del trabajo, son las doce y pasadas del mediodía, me siento en la compu y me pregunté que puedo escribir hoy, o que puedo citar hoy… nada se me ocurría. Entonces empecé a revisar unos títulos de la bibliotecoide de mi casa y agarré dos libros. Uno es “El sueño de los héroes” de ADOLFO BIOY CASARE. Y el otro es “Caciques Indígenas Argentinos” de MARIA VICAT.
Agarré el libro y con sorpresa me encuentro con el siguiente dialogo:
“El sueño de los héroes” -- capitulo XV.
- ¿El señor Gauna?
- Así es –dijo Gauna.
- Pase, mi bien señor, pase. Lo esperábamos. Yo soy el señor A. Nadín. ¿Qué me dice del tiempo?
- Malo – contestó Gauna.
- Loco – afirmó Nadín -. Mire, yo no sé que pensar. Antes, no le digo que fuera gran cosa, pero mal que mal usted podía prepararse. Ahora en cambio…
- Ahora todo está patas para arriba – declaró Gauna.
- Bien dicho, mi buen señor, bien dicho. De pronto hace frío, de pronto hace calor y hay gente que todavía se admira si usted cae con grippe y con el reuma.
Ahora le toca al libro de VICAT.
Y encontré:
La Pachamama.
Tenían una religión animista dirigida por chamanes. Enterraban a sus muertos y creían que el alma se convertía en estrella. Sepultaban a los adultos en el mismo lugar que había sido su casa, junto con objetos personales, comida y bebida, para ayudarlos en su viaje al más allá. Los cuerpos de los niños que morían eran depositados en urnas.
La influencia incaica les trasmitió el culto al Sol. Existía una deidad negativa, Chiqui, causante de calamidades como sequías, terremotos o pestes. A veces, este espíritu exigía sacrificios que podían incluir la muerte de niños para obtener lluvia, y que se celebraban en el marco de ceremonias orgiásticas con ingesta de aloja (bebida hecha con algarroba). Los rituales para propiciar la lluvia se realizaban en sitios especiales denominados zupca. Representaban una parte fundamental del culto de esta sociedad agrícola que habitaba en un clima árido. Su supervivencia dependía del “agua que cae del cielo”, y ella no caía con frecuencia ni abundaba en forma de ríos o lagos.
Centímetro… x el autor del Blog.
“QUE BÁRBARO ESTE CLIMA”
¡¡¡Estamos en crisis repiten una y otra vez los diaaaaarioooooos!!!!!
La vieja que me crucé me dijo: ¡¡¡ Antes esto no pasaba!!!
Ahora bien. Donde estamos parados en este momento? Lo sabremos realmente en algún momento de nuestras vidas… estos pueblo sacrificaban a sus hijos para que viva el resto de la comunidad. No tenían agua corriente de las canillas.
¿Se parece a los procesos militares de EEUU (los hijos de las guerras)?
Los sacrifican para quien? para quienes?, para que?
AHHHHH!!!!! Ya sé… para viajar al espacio!!!!!
SOMOS ÚNICOS EN EL MUNDO, DEBEMOS VIVIR E N EL ESPACIO!!!! Deben decir los gringos.
Respeto, verdad y valor… para nuestros pueblos originarios. Sus civilizaciones no pueden ser juzgadas por sus creencias. Su religiosidad era única y ellos solo podrán juzgarse.